Independencia de Cataluña (II): Competitividad Exterior

15.11.2012 16:57

 

               

                La soñada independencia de Cataluña, no es sólo una mera cuestión de actualidad, ya que en la historia reciente de nuestro país, hemos visto numerosos ataques y cometidas, vertidos desde Cataluña con el objetivo de desestabilizar tanto  política como socialmente el equilibrio constitucional creado entre la región de Cataluña y España.

                Son muchas las preguntas, aún sin responder, que giran en torno a la independencia de Cataluña, sobre todo en lo referido al aspecto económico.

                El aislamiento internacional que tendría la recién creada nación catalana, la impediría entrar a formar parte del mercado común, no  pudiendo beneficiarse de la existente libre circulación de personas y bienes.

                Esto provocaría  varias consecuencias. En primer lugar, un coste económico, en forma de aranceles, que gravaran los productos catalanes, haciéndoles perder competitividad en el exterior de Cataluña. Esto penalizaría su balanza comercial, ya que, caerían sus exportaciones, y aumentarían sus importaciones (Cataluña, al igual que el resto de España, necesita importar energía y materias primas, para satisfacer su demanda interior). Ese saldo negativo de dicha balanza, perjudicará gravemente la evolución de su PIB, siendo un gran lastre para el crecimiento económico de la Nación Catalana.

                En segundo lugar, los ciudadanos catalanes, no podrían circular libremente por los países miembros de la UE, teniendo que familiarizarse de nuevo con términos como aduanas, pasaportes, visados…

                La dificultad para exportar, nos hace mirar minuciosamente otra cuestión, si el mercado catalán será lo suficientemente atractivo como para que las empresas catalanes puedan seguir vendiendo sus productos, sin necesidad de vender fuera, para poder mantener sus economías de escala (nivel de producción) y sus ventas. Sería difícil crear esas economías de escala en el mercado catalán, provocando que muchas empresas para evitar los aranceles, decidan deslocalizarse hacia otros emplazamientos dentro del los países miembro de la UE.