Independencia de Cataluña (III): Deslocalización de Empresas
La deslocalización de empresas, es una práctica habitual en los últimos años, ya que las grandes compañías, buscan nuevos emplazamientos, o bien cerca de donde obtienen las materias primas, o en países con legislaciones laborales laxas donde el coste de personal es muy reducido en comparación con los grandes países desarrollados. Francia y España, se han visto muy perjudicadas por ello, viendo como los países de Europa del Este, se convertián en paraísos empresariales, para empresas multinacionales que querían reducir sus elevados costes de localización, de personal, impositivos…
Este hecho, a parte del correspondiente aumento del desempleo, provocaría una caída de la actividad económica, en otras palabras, una caída de la recaudación impositiva por este aspecto. Esto nos lleva, a evaluar, si el Estado Catalán, podrá mantener su estructura actual (Embajadas, Parlamentos, Fundaciones, Empresas públicas, funcionarios, Medios de comunicación públicos o altamente subvencionados…) y futura (educación, justicia, sanidad, seguridad... etc.). La respuesta parece obvia, muy difícilmente podría mantenerlos, teniendo que o bien reducir los servicios, o aumentar los impuestos, provocando un grave daño al nivel de vida de la ciudadanía catalana, alejando de sus posibilidades, el tan apetecible e insostenible Estado de Bienestar.
Todo esto lleva a pensar, que muy difícilmente se podría evitar una subida sustancial del precio de los productos en Cataluña, para que las empresas puedan mantener su margen de beneficios, a pesar de la caída de las ventas, sin tener que reducir capacidad productiva (despidos de personal), para poder seguir siendo rentables. Esta consecuencia de subida de los precios, será otro duro hándicap para los productos catalanes, y un duro revés para el turismo.
Como conclusión, diremos que tanto los propios ciudadanos catalanes, como los productos y el turismo, se verán gravemente afectados por la independencia, y no precisamente de forma positiva.